Todos los envases son higienizados automáticamente y luego desinfectados con ozono antes de proceder al llenado correspondiente. En el caso particular de los botellones retornables, este proceso se complementa con un lavado alcalino a elevadas temperaturas, a fin de dar total seguridad eliminando cualquier material que pueda haberse encontrado dentro del envase.
El envasado del producto en todas sus presentaciones se produce en ambientes cerrados totalmente presurizados y esterilizados, y de forma totalmente automática para asegurar las condiciones de asepsia del producto final.
Finalmente, todos los envases son rigurosamente controlados y precintados antes de entrar en las correspondientes cadenas de distribución.